En todos los sistemas frágiles existe un control del número de cabezas de ganado establecido por la misma comunidad para controlar el uso de los recursos: agua, pasto, entre otros según el área, en este caso existe dueños de caballares con hasta 200 cabezas, lo cual es insostenible bajo el sistema isla y debiera ser materia de regulación interna.
En referencia a la erosión, de los factores que permiten la primera degradación del suelo el más sensible en la isla es la ausencia en distintas capas de la cubierta vegetal, tanto el clima –precipitaciones, topografía, tipo y calidad del suelo, entre otros elementos, son variables que dentro de lo conocido no generarían un medio frágil ante la erosión, pero sólo el factor cubierta vegetal y su comportamiento a lo largo de la historia de la isla es suficiente para que se den el algunos sectores por ejemplo cercano a la cantera de escoria cárcavas de 4 metros de largo por 1 de ancho, el PLADECO 2005-2008 menciona otros sectores donde es posible observar algún tipo y en distintos grados la erosión del suelo “en particular cerros como el Poike y las laderas del volcán Ranu Raraku”, se destacan como las principales causas de este problema: la realización de quemas descontroladas, la falta de vegetación, la lluvia, el efecto de los animales (en particular caballos) el viento y el mar. La Corporación Nacional Forestal –CONAF- posee un Plan para el control de este fenómeno, el cual ha considerado la introducción de especies exóticas”.
En relación a la vegetación urbana “el habitante de Rapa Nui en general no utiliza las plazas como espacio de uso público y se advierte que éstas en su mayoría se han convertido en reducto de drogadictos y, por otro lado, yorgos que se reúnen principalmente de noche. La falta de iluminación contribuye a ello, pero también el hecho que este tipo de espacios no está arraigado en la cultura Rapa Nui. De hecho, la única plaza que tiene uso de tal es la del sector Mataveri, habitado mayoritariamente por continentales. En cambio, el área urbana cuenta, al interior de las manzanas, con una profusa vegetación y grandes áreas libres al interior de los predios, cuya condición se realza al no existir cierres divisorios entre éstos. Se divisa siempre gente en los patios, desarrollando actividades recreativas o eventos sociales (asados, entre otros). El uso del espacio público calle es indistinto por habitantes y turistas, sin embargo; son estos últimos quienes recorren mayoritariamente a pie el centro urbano, mientras que el habitante de la isla se moviliza principalmente en automóvil, moto, caballo o taxi colectivo” (PLADECO 2005-2008).
Nuevamente se reitera la necesidad de realizar un Plan en conjunto con sus habitantes para incorporar sus nociones de vida, no es suficiente con traer soluciones desde el continente, hay que mejorarlas realizando el trabajo en forma unida.
Geógrafa, Pontificia Universidad Católica de Chile
Mail de contacto: marancibia@ubolivariana.cl.